miércoles, 8 de febrero de 2012

Geografía

Si usted camina hacia Oriente muchas jornadas sin detenerse, si atraviesa las provincias orientales sin sucumbir a ninguno de sus encantos, a ninguna de sus trampas, ni a los misterios que encierran esas provincias, ni al espanto que encierran esos misterios, si cruza el desierto y, después del desierto, el horizonte, y llega más allá del Oriente, encontrará la ciudad soñada por los occidentales. Si viaja hacia Occidente durante muchos y largos días, sin detenerse a reposar en las provincias occidentales ni enredarse en el juego de máscaras que allí se practica, si hace caso omiso a los cantos de sirena y sortea hábilmente a las esfinges, y después atraviesa una gran cadena de montañas y la línea del horizonte, y llega más allá de Occidente, encontrará la ciudad soñada por los orientales. Así están dispuestos los sueños y las cosas en este reino. Usted, viajero, siga su camino. Tiene todas las posibilidades descritas, las insinuadas, las ni siquiera aludidas, e incluso puede hacer uso de dos puntos cardinales más aparte del Este y el Oeste. Nosotros no podremos seguirle, tenemos nuestra vida aquí, estamos ligados irremediablemente a este lugar situado entre Ultraoriente y Ultraoccidente. Sólo nuestros sueños pueden viajar más allá de esta estrecha región. ¡Siga su camino! Buen viaje... adios.

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